Basta...ya no quepo en mi agonía
Basta...lo intangible me desmiembra
Basta...ni mi sombra me acompaña
Ya bebí del vaso endemoniado
Camine tejados a tu encuentro
Socave el aura con recuerdos
Basta…el crisol cegó mis pobres letras
La humedad saco a pasear la ausencia
No hay pájaros, mariposas, alivio.
La espera acalambro mis brazos
Que es la espera? Un túnel derrumbado.
Ade
A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración. ...una cosa es mirar el mar desde la playa, otra contemplarlo con unos ojos de cangrejo... Por eso a mi me gusta rumiar la pampa y el crepúsculo personificado en una vaca, sentir la gravitación y los ramajes con un cerebro de nuez o de castaña, arrodillarme en pleno campo, para cantarle con una voz de sapo a las estrellas. Oliverio Girondo

jueves, 2 de abril de 2009
martes, 31 de marzo de 2009
Perspectiva
Los giros, las interrelaciones, las dudas, el sarcasmo, la búsqueda, ocupaban su mente. El equilibrio se perdía en algún lugar, en alguna silueta recortada a lo lejos, en el olor de las hojas frescas, en figuras surgiendo mojadas y apretadas. Lloraba. Cuando sus lágrimas caían en agua dulce, no podían hacer nacer peces de colores. El salitre mataba un nuevo nacimiento. Luego los replanteos, la locura, el acecho.Agotado tomó una decisión.Comenzó a saturar aire, tierra, agua, vértigo, equilibrio; hizo un buen combo. Aguardó en perspectiva.
Ade
Ade
lunes, 30 de marzo de 2009
Simple
Podemos recorrer un trecho
tomados de la mano
vos con tus manos
con tus piernas
con tu carga y descarga
Yo mis manos
mis piernas
Otras cargas
otros obstáculos
Si decidimos soltarnos
Porque la cosa así quiere
Nos soltamos
Y seguimos
Vos con tus manos y piernas
Yo con mis piernas y manos
Simplemente, caminamos…
Ade
tomados de la mano
vos con tus manos
con tus piernas
con tu carga y descarga
Yo mis manos
mis piernas
Otras cargas
otros obstáculos
Si decidimos soltarnos
Porque la cosa así quiere
Nos soltamos
Y seguimos
Vos con tus manos y piernas
Yo con mis piernas y manos
Simplemente, caminamos…
Ade
domingo, 29 de marzo de 2009
De perros y mariposas
Estuve sentada en una silla del parque. Escuchaba a lo lejos el sonido del tren. Una mariposa de otoño anaranjada aleteaba sus últimas horas sobre una flor azul de enredadera. El eco de las ruedas al chocar contra las vías era cada vez más sensible. La música suave, de una radio vecina acompañaba el paisaje. El viento apenas perceptible visitaba árboles y casas. Era una mañana diáfana. Oliverio dormía al compás de los sonidos, plácido y silencioso, en una silla amarilla. Cada tanto la mariposa pasaba muy cerca de sus orejas y le contaba un cuento de mariposas y perros. Creo que Oliverio sonreía. Movía su hocico, sacudía una oreja El llamador de ángeles de bambú se desperezaba. Lavaba con una esponja blanca sus extensiones y los dientes con un cepillo azul de porcelana. Era una mañana perfecta. Respire cien veces y relajé mi cuerpo. El aroma a café se colaba por la ventana. Un canario cantaba y limpiaba sus plumas con burbujas de libertad...
El timbre del teléfono rompió la monotonía. Volví a mi rutina perfumada en camellas. Las flores eran unas blancas otras rosa pálido.
Ade
El timbre del teléfono rompió la monotonía. Volví a mi rutina perfumada en camellas. Las flores eran unas blancas otras rosa pálido.
Ade
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