Dulac, andaba desabrigada. Llevaba una blusa desconocida, una pollera arena, un botón amagentado silueteando los pies. Transitaba la vereda que transitan los rostros. Miraba descuidadamente el horizonte que avizoran los sueños. Caminaba descalza. Destellaba en preguntas. Temblaba de carencias. Ocultaba la boca tras el descuido y la duda. Dulac se sentó en las piedras. En silencio y en noche, acomodo su blusa. Y en elipsis palpada, pudo escuchar el llanto de las mariposas.
Ade
3 comentarios:
qué bonitas imágenes, ade.
"el llanto de las mariposas..."
Precioso.
Besos, Madame Guignol
http://madameguignol.blogspot.com/
Qué belleza de poema!!!
Hey Ade, me siento abrumado por tanta escritura nueva que colgaste, verdaderamente me doy cuenta que soy un atorrante. Me ha gustado esta delicadeza completa pero n especial la pare
tecita "ocultaba la boca tras el descuido y la duda"..
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