jueves, 26 de junio de 2008

Elipsis

Dulac, andaba desabrigada. Llevaba una blusa desconocida, una pollera arena, un botón amagentado silueteando los pies. Transitaba la vereda que transitan los rostros. Miraba descuidadamente el horizonte que avizoran los sueños. Caminaba descalza. Destellaba en preguntas. Temblaba de carencias. Ocultaba la boca tras el descuido y la duda. Dulac se sentó en las piedras. En silencio y en noche, acomodo su blusa. Y en elipsis palpada, pudo escuchar el llanto de las mariposas.

Ade

3 comentarios:

Madame Guignol dijo...

qué bonitas imágenes, ade.

"el llanto de las mariposas..."

Precioso.

Besos, Madame Guignol

http://madameguignol.blogspot.com/

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Qué belleza de poema!!!

josé lopez romero dijo...

Hey Ade, me siento abrumado por tanta escritura nueva que colgaste, verdaderamente me doy cuenta que soy un atorrante. Me ha gustado esta delicadeza completa pero n especial la pare
tecita "ocultaba la boca tras el descuido y la duda"..