sábado, 23 de agosto de 2008

La endiabla


Camina segura. Sus cabellos agrisados enviven rulos artificiales. En cada uno de ellos hay alojada impúdicamente una vela roja. Veinte son los rulos, veinte las velas.
Su forma de vestir es colorida con las tonalidades vibrantes de alguna ceremonia pagana. En sus ojos hay noches temibles ,que destellan sobre un azul plomizo, amarillos encendidos en furia y hedor.
Sus oídos taponados por herrumbre, son incapaces de escuchar nada que no provenga de un corazón acartonado. Diestra en la más sutil de las bajezas, envuelta en envidias y rencores, camina sola como danzando.
La conozco y me conoce. No se bien su nombre. Alguien alguna vez la llamó la Endiabla.

Ade

2 comentarios:

Adriana dijo...

Impactante el texto, tanto como el cuadro. Te felicito.
beso
Adria.-

Graciela dijo...

Ade, me parece excelente la Endiabla. TExto, imagen, intensidad en el color y la palabra. Avanti! Me gusta lo que hacés! Aprovecho para agradecer tus comentarios cerca siempre de mis gitanos...Merci a vos y a tu luna roja!
Gracie