martes, 15 de julio de 2008

Feliz...

Felizmente
sentado
en un sillón
Se rasco
con ganas
las orejas
Las tironeó
un poco
Les dio aire.
Ahora
Bien
Dispuesto
Colocó
Un tapón
En sus oídos
Así partió
Sin resonancias
Sin ruidos
Pululantes
Escuchando
Sólo
Algún
Venteo.

Que
Feliz
Fue
Por
Un rato
Sin
Sonidos.

Ade

1 comentario:

josé lopez romero dijo...

La terapia del silencio es una buena herramienta para solucionar asuntos internos, llámense del alma. Solo una vez estuve en una reclusión espiritual de cincos días de silencio y fue tremendo aceptarlo de entrada, pero tan beneficioso al final.