lunes, 4 de agosto de 2008

Vertientes en la noche

Esperando el oscuro matiz de la noche, caminó las calles desesperado y flojo.
Había algo en su andar, confuso, taciturno. Miraba lo inaudito con los ojos de un macho. Recorriendo el camino, encontró que no sólo negrura había, que también existían vertientes en la noche, deseos de luna hembra, lágrimas anestesiadas, lenguas inapetentes, libido en los infiernos, amnesia, ausencias, rachas. No estaba solo en la espera. Se freno de repente, se sentó en tierra árida. Supo entenderse un poco, con la noche. Sentado, en penumbras, descubrió que también existía algo mas, allá y muy lejos; existía su alma.
Ade

1 comentario:

Adriana dijo...

Me encant� este hombre Ade, muy visual, con ojos de macho, sus rachas, sus deseos de luna hembra.
Despu�s te frena ese final que te lo presenta con todas sus flaquezas y su lado mas tierno.
Muy lindo.
beso
Adria.-