martes, 9 de septiembre de 2008

La soga


Insistiría hasta que la permanencia le agotase la espalda. Casi sin pensamientos, ya sin candor, el debía decidir. Por instantes F se debatía entre el dolor de estar y la esperanza anudada en una soga, que le cercaba la ventana del todavía. Podía indudablemente apoyarse en el cielorraso. Podía consumir el oxigeno escondido en el. Podía imaginar al rio dentro de un buen tonel de vino. Podía ondularse. Rodar por el piso de madera encerado. Podía enloquecer de amor, con las notas del piano. Tomar la copa. Llenarla con lágrimas pasadas. Si, llenaría mil hasta que la última casi vacía, lo atrapase. Así atraparon las letras a ese libro roído por abusar del texto. F podía muchas cosas, pero estaba agotado. Fue ahí cuando F se aproximo a una mesa, se sacó los anteojos, liberó la ventana, decidió lo imperioso.
Se fue pensando en ella, su guitarra gastada, que lo acompañó en duras transas, en soledades, en manos corroídas, en cierta ilusión, en transito.

Ade

3 comentarios:

Ivanov dijo...

se sacó los anteojos abrió la ventana y vio mas claramente..............

Darío Mira dijo...

Este texto lo hice m�o, me lo escribiste para m� y eso es m�gico. L�stima que dice 'F', eso me sac� un poco. Porque consider� que 'F' era la cantidad de instantes de tiempos('Por instantes F'). Por otro lado gracias por tu comentario en mi blog, pareciera que me conoc�s. Segui liberando sentimientos superando lo racional. Gracias

Adriana dijo...

Precioso texto Ade, te lleva como una melodía.
un beso